A pesar de las apariencias, casi todo en mi vida tiene un por qué, incluso en aquellos momentos en los que actúo bajo la influencia de esa gran impulsividad que forma parte de mi ser, y que a veces, las menos, consigo controlar (y eso que he sido modelada cual Galatea por su Pigmalión).
Y el título de este blog no iba a ser una excepción...
Admiradora de Antonio Gala, y como no, del AMOR (en mayúsculas):
" Al principio el amor es suave pensamiento. Alguien pasa y decimos: <<Qué hermoso el mundo con esta luz enfrente, con esta luz iluminando el cielo.>> Es un primer peldaño balbuceante. [...] El segundo peldaño es el enamoramiento: al gustar sigue el querer; al caer en amor, al estar en amor; al flechazo, la voluntad de abrirse en una herida jubilosa; a la ceguera, el iniciar a tientas el recíproco camino de la aproximación; a la pasión -con lo que tiene de inacción y de padecimiento- una conciencia activa, una afirmación y, en definitiva, una elección.
En el tercer peldaño al querer sigue el amar en estricto sentido: el yo te amo, con esos dos pronombres personales por delante.[...] Y donde hacer el amor no se confunde con hacer los gestos del amor, sino que consiste en una ardua labor: ayudar a otra persona -la más próxima- a cumplirse, y que tal ayuda nos ayude a cumplirnos."
Y en eso estamos, en el tercer peldaño, disfrutándolo, viviéndolo, sintiéndolo, y deseando que mi alterego, un día de estos sin mediar palabras y con la chispa de su mirada... me haga sentir que por fin se encuentra, junto a mí, EN EL TERCER PELDAÑO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario